En el Planeta de los Sentidos, gobernado por Naturaleza Con Sentido, hay dos habitantes muy especiales: Lechuguindo, cocinero oficial, y Teatrininda, la bufona del planeta.
En este planeta hay también una hechicera, llamada Tremebunda, que no sabe respetar la naturaleza y no es capaz de oler, ni saborear, ni tocar, ni oír, ni casi ver… y solo desea tener poder para adueñarse de todo el planeta. Para ello se propone casarse con Naturaleza, por lo que un buen día se dirige a las montañas a su encuentro con ese propósito.
Tremebunda, ofendida por el rechazo de Naturaleza, pretende vengarse de ella. Para ello, disfrazada de mensajera y mintiendo, convence a Lechuguindo y Teatrininda para conspirar juntos contra Naturaleza.
Al enfrentarse Lechuguindo y Teatrininda, el planeta se vuelve más feo y, todos los habitantes dejarán, como la hechicera, de sentir. Así, ese año no acuden a la fiesta del Planeta de los Sentidos, lo que provoca que el país pierda su olor, los alimentos dejen de saber, todo pierda su color, y los habitantes dejen de ver, oír o poder tocarse.
Solo cuando Lechuguindo y Teatrininda descubren que esa mensajera no era quien decía ser, sino la hechicera, se lo hacen saber a Naturaleza, y todos se dan cuenta de que en el mundo todo es necesario: las frutas y verduras representados por Lechuguindo, y los sentidos cultivados gracias a Teatrininda. Incluso la magia de la Hechicera Tremebunda.