Un verano caluroso en Madrid, nos adentramos directamente en la intimidad de una pareja, Manuela y Luca o Salomé y San Juan. Encerrados en una habitación con un balcón que da al patio de un colegio. Recuerdos de la infancia y de la adolescencia de una mujer. Imágenes que quedaron atrapadas en la memoria de Manuela en forma de músicas, de voces, de comidas… todo ello envuelto en una fuerte presencia religiosa. Luca desata un torrente de recuerdos que resurgen en Manuela convertidos en miedos, deseos, apegos e imposibilidades. Manuela nos revela su carácter, enérgico y frágil al mismo tiempo, con la palabra, la danza y la música. Y, especialmente, a través del personaje bíblico de Salomé, con el texto original de Oscar Wilde. Esta pieza surge en marzo de 2013, con la idea de combinar diferentes disciplinas artísticas (interpretación, danza y música) para contar la historia de una pareja que lucha contra sus propios sentimientos. La música, compuesta especialmente para la obra, nos ayuda a descubrir las motivaciones que subyacen dentro de los personajes, mientras que la danza aparece en momentos puntuales como válvula de escape de sus pasiones.
Una obra muy sencilla aparentemente, con un espacio vacío. Solo una cama, un balcón y el espacio sonoro.
Información sobre la obra | |
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Dirección | María Bigeriego |
Producción | Teatro en Movimiento |
Dramaturgia | María Bigeriego |
Año | 2018 |
Reparto |
Ignacio Jiménez, Virginia de la Cruz, María Bigeriego |
Ficha artística |
Dirección y dramaturgia: María Bigeriego Músico: Mario Rebollo. Escenografía: Juan José González Ferrero Vestuario: Javier Martínez Nieves Ayudante de dirección: Matilde Gimeno
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